QUÍMICOS INHALABLES
Dentro de este grupo de sustancias pueden citarse: 1) adhesivos: colas, tolueno, xileno, acetona, benzoles, benzaldehido; 2) aerosoles-sprays: gases propelentes; 3) cementos plásticos: hexano; 4) solventes de pinturas, barnices y esmaltes: petróleo, butano, trementina; 5) líquidos para limpieza: xileno, benzol, éter de petróleo; 6) éter anestésico: éter etílico puro; 7) éter: éter etílico; 8) combustibles: bencina, naftas; 9) thinner: hidrocarburos halogenados; 10) vasodilatadores: nitrito de amilo; nitrito de butilo.Constituyen un grave problema para la salud.
El uso continuado provoca dependencia psíquica, creando una situación de necesidad de ingesta similar a otras drogas. A consecuencia de la rápida distribución por los pulmones, el inicio de la intoxicación es casi inmediato. La sensación de euforia primero y aturdimiento después, habitual con estos tóxicos, conlleva una perturbación psíquica grave que altera la inteligencia y la percepción. Está acreditado el fenómeno de la tolerancia respecto de los efectos en el sistema nervioso central, mientras que la dependencia física es discutida. El nivel de inteligencia disminuye, haciendo frecuentes los problemas escolares. Se presentan cambios y descuido en la apariencia física, falta de higiene, falta de atención, alteración de la memoria, disminución de la capacidad de abstracción y razonamiento, personalidad antisocial, agresividad, depresión, ataques de pánico, ansiedad y alucinaciones con trastorno en el juicio crítico y la percepción. Se presentan oraciones incoherentes y precipitadas, náuseas y vómitos. La interrupción de la inhalación, como así también una intensa aspiración, pueden provocar la muerte. Son causales de dependencia psíquica, pudiéndose presentar psicosis tóxicas con daños cerebrales irreparables.
La intoxicación otorga agresividad, euforia, exaltación y situaciones violentas, por lo que se potencian las posibilidades de comisión de delitos, a lo que sucede, al igual que con el alcohol, periodos de amnesia donde el adicto no recuerda absolutamente nada de lo acaecido durante la intoxicación. En ocasiones aparecen alucinaciones visuales que pueden llegar a durar varias horas, lo que demuestra su gran potencial perturbador.
Los trastornos pueden ser muy variados, dependiendo del tipo de sustancia química y de la cantidad inhalada o aspirada. Luego de algunas horas, pueden desarrollarse acumulación de líquido e inflamación de los pulmones (edema pulmonar), hipoxia o anoxia, neumonías, convulsiones. El uso repetido o crónico deja daño permanente en el organismo: temblores, falta de coordinación, pérdida del sentido del equilibrio, reducción de la memoria e inteligencia, estados de depresión o psicosis, infartos cerebrales, trastornos del lenguaje y la memoria, epilepsia, daño al hígado y riñones, leucemia, bronquitis crónica, ceguera, sordera, daño cerebral permanente, problemas respiratorios crónicos.
Daños físicos que causan los químicos inhalables
CEREBELO: es el centro de la mayoría de las funciones involuntarias del cuerpo. El abuso severo de inhalantes daña los nervios que controlan los movimientos motores, lo que resulta en pérdida de coordinación general. Los adictos crónicos experimentan temblores y agitación incontrolable.
CEREBRO: las sustancias inhalables afectan diferentes partes del cerebro, provocando alteraciones sensoriales y psicológicas. Los estudios indican que estas sustancias disuelven la capa protectora de mielina que envuelve a las neuronas, dañando la corteza cerebral y pudiendo derivar en muerte celular (irreversible). Esto acarrea pérdida de la memoria, alucinaciones y problemas de aprendizaje.
CORAZON: el abuso de inhalantes puede resultar en "Síndrome de Muerte Súbita por Inhalantes". Las dos sustancias que más frecuentemente han causado estas muertes son el tolueno y el gas butano. El gas freón interfiere en el ritmo natural del corazón, causando paro cardíaco. Los nitratos de amilo y butilo también afectan el ritmo cardíaco.
HÍGADO: los compuestos halogenados, como el tricloroetileno (presente en pinturas en aerosol y correctores escolares líquidos) causan daño permanente a los tejidos hepáticos.
MEDULA OSEA: se ha probado que el benzeno, componente de las naftas y gasolinas, causa leucemia.
MÚSCULOS: el abuso crónico de inhalantes causa desgaste de músculos, reduciendo el tono y su fuerza.
NERVIOS CRANEALES, NERVIOS ÓPTICOS Y ACÚSTICOS: el tolueno atrofia estos nervios, causando problemas visuales y pobre coordinación de los ojos. Además, destruye las células que envían el sonido al cerebro. Ello deriva en graves posibilidades de cegueras y sorderas.
NERVIOS PERIFERICOS: Inhalación crónica de oxido nitroso (propelente) y el hexano (presente en algunos pegamentos y combustibles) resulta en daño a los nervios periféricos. Los síntomas incluyen: adormecimiento de extremidades, calambres y parálisis total.
RIÑONES: el tolueno altera la capacidad de los riñones para controlar la cantidad de ácido en la sangre. Este problema es reversible cuando el consumidor no es crónico y el tolueno deja el cuerpo, pero con el uso repetido puede derivar en litiasis e insuficiencia renal.
SANGRE: Algunas sustancias como los nitritos y el cloruro de metileno (thinner de pintura), bloquean químicamente la capacidad de transportar el oxigeno en la sangre.
SISTEMA RESPIRATORIO: la inhalación repetida de pinturas en aerosol puede resultar en daño pulmonar. Casos de asfixia se han reportado cuando la concentración del solvente desplaza totalmente el oxigeno en los pulmones. Además se presentan graves irritaciones en las mucosas nasales y tracto respiratorio. Muchos químicos inhalables son potentes agentes causantes de cáncer.
fuente: THE UNITED STATES NATIONAL INSTITUT ON DRUGS ABUSE (NIDA)
b) EL ESTRES
En el capítulo 4 - Subunidad 1 - Unidad 2 mencionamos el estrés agudo y la respuesta que, frente a éste, desarrolla el sistema nervioso simpático y la adrenalina. Esos mecanismos, una vez cumplida su misión, dejan de actuar. El estrés agudo, salvo que se repita en forma muy frecuente, no daña al sistema nervioso.
Pero muchas personas se ven afectadas por presiones o contrariedades que provienen del medio en que viven -problemas económicos, familiares, de salud, malas condiciones de trabajo, etc.- o que nacen en su propia mente -considerarse incapaz de resolver esos problemas, miedo por el posible resultado, etc.- Si tales situaciones continúan durante un tiempo prolongado -semanas, meses, años- generan un estrés crónico. La respuesta del organismo frente al estrés crónico consiste entre otras cosas, en la secreción abundante de cortisol por parte de la corteza suprarrenal (fig. 4/1 capitulo 4 - Subunidad 2 - Unidad 2); esa hormona promueve la liberación de mayor cantidad de glucosa que lo normal.
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